La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, ha abonado la polémica que generó la revocación de su visa estadounidense. Con un puñado de incógnitas sin responder sobre las causas que llevaron al Gobierno de Estados Unidos a impedirle el ingreso a su territorio, la mandataria estatal ha minimizado el hecho que la ha puesto en el ojo del huracán. “En ninguna parte dice que un gobernador debe tener visa”, ha dicho ante los cuestionamientos sobre la cancelación de su documento migratorio y el de su esposo, Carlos Torres. “¿Ustedes saben que sea requisito tener visa para gobernar un Estado? No lo es, ¿verdad?”, lanzó en su conferencia matutina. El escándalo ha tocado a otros gobernadores de Morena, de quienes se especula que pueden estar cerca de correr la misma suerte de la gobernadora bajacaliforniana. El nombre de Américo Villarreal, gobernador de Tamaulipas, ha salido a la palestra. El mandatario ha calmado los rumores que apuntan a que ha sido el segundo gobernante al que se le cancela la visa. “No he tenido ninguna notificación en ese sentido”, dijo.
El tema ha llegado nuevamente a la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha refrendado su defensa a la gobernadora y ha descalificado la petición del PAN de retirarla de las mesas de seguridad de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), instancia que además preside. La gobernante de uno de los Estados fronterizos del norte de México mantiene su versión de que no ha recibido explicación alguna sobre la cancelación del permiso para ingresar a EE UU. “Continuaré al frente de la Conago hasta los tiempos que se estipulan. He recibido el apoyo de los gobernadores, y de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, y de muchísima gente del pueblo que me ha manifestado su cariño, su respaldo, y que incluso me dicen ellos mismos en las colonias: ‘yo nunca he tenido visa, gobernadora’”, dijo.
Las hipótesis que se han generado por la falta de información son muchas, pero la mayoría, aupadas por la oposición, apuntan al Departamento de Estado de EE UU y las supuestas investigaciones abiertas que tienen en contra de la mandataria y su esposo. La respuesta del oficialismo se ha centrado por ahora en la falta de información de la embajada estadounidense y sobre la confidencialidad que hay alrededor de la cancelación de las visas. “No me han dicho nada, porque no hay nada. No sabemos qué está ocurriendo. Es un retiro de visa que se dio, pero no tenemos más información”, insistió. La funcionaria ha desestimado las posibles implicaciones que tenga para su gestión la decisión del Gobierno estadounidense. “Hay millones de mexicanos, de bajacalifornianos, que viven sin visa y no me va a pasar absolutamente nada si no la tengo”, dijo.
El Partido Acción Nacional (PAN) ha exigido que Ávila se separe del cargo hasta que se esclarezcan las razones de la cancelación de su permiso migratorio para ingresar a EE UU. “Tengo la conciencia tranquila, sé que esto es cuestión de tiempo y con la frente en alto seguiré trabajando. Respeto mucho la soberanía de los Estados Unidos y vamos a seguir trabajando en coordinación”, comentó. La mandataria estatal también ha confirmado la permanencia de su esposo, Carlos Torres, en la coordinación de Proyectos Estratégicos del Estado.
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