La inminencia de las elecciones exacerba el pulso entre Javier Milei y el expresidente Mauricio Macri por quedarse con el cetro de la derecha en Argentina. El enfrentamiento se intensificó en los últimos días, después del fracaso en el Congreso de un proyecto de ley de “ficha limpia”. Esa norma buscaba impedir que sean candidatos quienes tengan una condena por corrupción confirmada en segunda instancia y, en los hechos, hubiera implicado la exclusión electoral de Cristina Kirchner. Milei y Macri se acusaron mutuamente de haber pactado con la exmandataria peronista para que la ley no se aprobara. “Hubo un acuerdo entre Cristina y Macri para ensuciarme a mí”, dijo el presidente ultra. Macri respondió que esas declaraciones fueron “realmente una alucinación seria”.

Los partidos que encabezan Milei y Macri —La Libertad Avanza y el PRO— protagonizarán la disputa del próximo domingo en los comicios legislativos de la ciudad de Buenos Aires. La capital del país es gobernada por el PRO desde 2007 y los libertarios aspiran a destronarlo. Tanto es así que Milei ha participado activamente de la campaña electoral y ha postulado a su vocero, Manuel Adorni, al frente de la lista.

La caída de “ficha limpia”, el jueves pasado, abrió un sinnúmero de especulaciones. El proyecto que impulsaban tanto el PRO como LLA, y que resistía el peronismo, fue rechazado por la falta de un voto. En el desenlace fue determinante el cambio repentino de dos legisladores de la provincia de Misiones, habituales aliados del Gobierno libertario. El líder de los misioneros señalados, el exgobernador Carlos Rovira, dejó trascender que el cambio se debió a un pedido expreso de Milei, a quien le convendría la participación de Cristina Kirchner para polarizar las elecciones.

El PRO avaló esa versión y acusó a Milei de no haber garantizado el voto favorable de sus aliados. “Este Gobierno defraudó a millones de argentinos en la esperanza, en la ilusión de ir hacia una sociedad normal en donde los corruptos no puedan participar de la política», apuntó Macri. El presidente ultra respondió el lunes, en una entrevista con el canal de televisión Telefé. “Hubo un acuerdo entre Cristina y Macri para ensuciarme a mí. ¿Sabes por qué? Porque el único que pierde con esto soy yo. ¿Qué es lo que hace Cristina? Logra que no salga ficha limpia y Macri me ensucia a mí, digamos, para conseguir una ventajita electoral. Eso es la política argentina”, dijo Milei.

La discusión no se detuvo ahí. “Javier, tus declaraciones sobre la votación de ficha limpia son realmente una alucinación seria. No puedo creer lo poco que me conocés. La desilusión que tengo es infinita”, continuó Macri a través de sus redes sociales. El siguiente contrapunto estuvo a cargo del jefe de Gabinete de Milei, Guillermo Francos. “Es un enfrentamiento en el contexto de una campaña electoral donde Macri está exaltado y nervioso por poner en juego su reducto político, le debe parecer que lo pierde”, desafió el ministro coordinador este martes. Y abundó: “[Macri] perdió la compostura […] Echarle la culpa a Milei del fracaso del tratamiento de la ley es absurdo, no tiene sentido, él no tuvo nada que ver”.

Si bien Milei ha usufructuado largamente el respaldo parlamentario de Macri para poder gobernar, nunca se ha formalizado una alianza entre sus partidos, pese a que representan electorados afines y pretenden liderar el voto antiperonista. De cara a las elecciones de este año, solo hubo acuerdos puntuales en algunos distritos. La discusión sobre una posible alianza a nivel nacional o, al menos, en la populosa provincia de Buenos Aires prometía zanjarse, a favor o en contra, con el resultado y el tenor de la disputa en la capital argentina. La cuestión comenzará a dirimirse este domingo, pero, por ahora, parece primar la segunda opción.





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