Hannah Dugan, jueza de distrito del condado de Milwaukee, en una fotografía de 2016.

Un gran jurado federal ha imputado este martes a Hannah Dugan, la jueza del condado de Wisconsin arrestada en abril por supuestamente obstaculizar la detención de un indocumentado. Es un trámite que permite al Departamento de Justicia seguir adelante en el proceso judicial. El caso ha llamado la atención en Estados Unidos, donde los poderes ejecutivo y judicial mantienen desde hace semanas un pulso por la política migratoria de la Administración Trump y por el debido proceso de los sin papeles. El Gobierno federal ha utilizado la detención de Dugan como un símbolo de que nadie está por encima de la ley, mientras que la oposición la ha calificado como un golpe a la judicatura.

Los fiscales federales formularon la acusación contra Dugan en abril pasado. Este martes, el Departamento de Justicia presentó ante un gran jurado federal formado por 20 personas las evidencias en su poder para que estos determinaran si existe causa probable suficiente para llevar adelante un juicio. Estos han determinado que sí las hay, lo que mantiene vivo el proceso penal contra la jueza.

Dugan ha respondido mediante sus abogados a la decisión del gran jurado manteniendo su inocencia y afirmando que esperará al proceso para “reivindicar” su nombre. La togada tendrá su primera audiencia este jueves.

La Corte Suprema de Wisconsin separó temporalmente a Dugan de su cargo en lo que se dirime el proceso. Se le acusa del delito de ocultar a una persona para evitar su arresto y de obstaculizar un procedimiento judicial. El castigo en su contra puede ser de hasta seis años de prisión.

El choque de Dugan con las autoridades federales se registró el 18 de abril. La jueza tenía entonces frente a ella a Eduardo Flores Ruiz, un indocumentado mexicano que estaba en los tribunales celebrando una vista por un caso de violencia doméstica que enfrenta desde marzo. Flores Ruiz estaba libre bajo fianza. Los registros indican que fue deportado en 2013, pero estaba nuevamente en Estados Unidos sin que ninguna autoridad haya permitido su retorno.

Varios agentes federales aguardaban aquella mañana a Flores Ruiz afuera del tribunal local para detenerlo y deportarlo. Dugan, aseguran los documentos judiciales, fue notificada por uno de sus empleados de la presencia de las fuerzas de seguridad. Esto molestó a la jueza, que calificó de “absurda” la situación y abroncó a los policías por su presencia en el recinto judicial. El Departamento de Justicia subrayó la falta de colaboración de la jueza y de otro magistrado local en la detención del Flores Ruiz. Dugan pidió a las autoridades hablar con el presidente del tribunal y les pidió abandonar su sala.

Después de aquello, la jueza escoltó a Flores Ruiz y a su abogado por una puerta reservada para jurados y empleados judiciales que conducía al exterior del edificio. Algunos agentes vieron a lo lejos al indocumentado y lo persiguieron a pie alrededor de los juzgados. Ese fue el episodio que ha convertido a Dugan en un ejemplo a seguir para algunos y en una criminal para otros. La última palabra se dará en un juicio todavía sin fecha.



Source link