Rara vez un dirigente autonómico habla desde el atril del Congreso de los Diputados, que acaba de tumbar por solo un voto una iniciativa legislativa de la Asamblea murciana sobre el trasvase del Tajo-Segura. Antes, para defenderla, ha intervenido ante el hemiciclo el presidente de la Región de Murcia, el popular Fernando López Miras. El barón popular ha avivado la guerra del agua al pedir a la Cámara baja que los parámetros para calcular el caudal transferido vuelvan a los niveles de 2014, anteriores al cambio introducido por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Democrático en 2023. La modificación —que establece un “caudal ecológico” para el Tajo, es decir, el mínimo de agua que tiene circular por el río para que mantengan unos estándares medioambientales— ha sido avalada en varias sentencias por el Tribunal Supremo. El Congreso ha echado abajo la iniciativa con 171 noes, 170 síes y 4 abstenciones.
En su batalla desde el flanco sureste de la Península, la Región de Murcia va de la mano con los Ejecutivos de Andalucía y Comunidad Valenciana (ambos del PP), y recibe la oposición frontal de Castilla-La Mancha. En Madrid, López Miras consiguió este martes su foto en el hemiciclo rodeado de una nutrida delegación de cargos de su región, que siguieron su intervención desde la tribuna de invitados. Pero se quedó solo en la defensa de la norma. Ni siquiera Vox, antiguo socio de Gobierno y con quienes negocian los Presupuestos regionales, se decantó de su lado.
—Me dirijo a ustedes con la satisfacción de que las cosas que afectan al conjunto de los españoles deben abordarse en Las Cortes y no desde la unilateralidad.
El presidente de la Región de Murcia centró su defensa de la proposición de ley aprobada en la Asamblea de su comunidad —y debatida en el Congreso por afectar a otras comunidades autónomas y porque la política de aguas es competencia estatal— con el argumento de que cualquier decisión que toma Pedro Sánchez rompe el “consenso” de acuerdos previos, como el materializado en 2014 sobre el trasvase del Tajo-Segura. Una década después, en enero de 2023, el Ejecutivo de coalición promovió la planificación hidrológica de las 12 cuencas de los ríos que son de su competencia, con una estrategia vigente hasta 2027. Y con el rechazo de Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía.
Así, por primera vez, el Ministerio para la Transición Ecológica fijó un caudal ecológico para el Tajo, como le exigían cinco sentencias del Tribunal Supremo, la normativa europea y la Ley de Aguas desde hace 22 años. Pero establecer ese caudal —es decir, ese caudal de agua que como mínimo debe circular por el río— tiene consecuencias más allá de la cuenca: en Alicante, Murcia y Almería.
La iniciativa trasladada ahora por la Asamblea murciana al Congreso —y que salió adelante en 2023 en Murcia con los votos a favor de PP y Ciudadanos— consta de un artículo único que pretende devolver los niveles a la situación anterior a esta modificación introducida por el Ministerio entonces por liderado por Teresa Ribera. El texto debatido subraya que la Región de Murcia ha sufrido con ese cambio un “recorte de más de 100 hectómetros cúbicos de agua al año” y “la eliminación de al menos 15.000 hectáreas de regadío”.
Contradicción en el PP de Castilla-La Mancha
El escollo para los populares, que pretendían con esta votación “retratar al PSOE de Murcia” —indicaban en privado—, radica en que los diputados del PP castellanomanchegos pueden entrar a su vez en una contradicción. “El Partido Popular de Castilla-La Mancha va a pelear constantemente por conseguir agua para esta tierra”, afirmó este lunes el líder de la formación en la comunidad, Paco Núñez, en Toledo, junto a la secretaria general, Cuca Gamarra. Eso sí, tanto la dirigente popular ayer como López Miras hoy coincidieron en exigir al Gobierno un nuevo “pacto nacional del agua” que “responda a una planificación conjunta sin divisiones territoriales”.
El primero en tomar la palabra en el Congreso tras el presidente de la Región de Murcia, fue el diputado de Podemos, Javier Sánchez Serna, que entró a degüello contra el barón popular, por su asistencia a la Feria de Abril. “¿Qué tal la feria de Sevilla? ¿Ha bailado usted mucho? No le voy a preguntar por los agricultores del noroeste murciano afectados por la granizada ese mismo día, con alerta naranja prefirió irse a beber manzanilla, en eso coincide con el señor Mazón, ante la catástrofe, Ventorro y sevillanas». Una acusación que provocó las protestas de la bancada popular y que López Miras reprochó con gestos desde el escaño.
El barón del PP también tuvo que enfrentarse a sus antiguos socios en el Ejecutivo autonómico. “Esta reforma no desactiva la ley de aguas. No elimina el caudal ecológico, por eso habrán conseguido el voto de sus diputados de Castilla-La Mancha. Plantear esta reforma es una temeridad y es un engaño”, aseguró la diputada ultra Lourdes Méndez. Mientras que el PSOE metió el dedo en la llaga de sus acuerdos anteriores con la formación de Santiago Abascal. “Negar el cambio climático es abandonar Murcia a su suerte con un futuro con sequías cada vez más frecuentes. Basta ya de mentiras, el PSOE no va a cerrar el trasvase, el Partido Socialista tiene una hoja de ruta para garantizar el trasvase”, zanjó el parlamentario del PSOE y secretario general en la Región de Murcia, Francisco Lucas.
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