La revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) ya está a la vuelta de la esquina. El calendario original fija el inicio de la evaluación del acuerdo para julio de 2026, sin embargo, ante las presiones de Washington, vía aranceles, los socios se sentarán a la mesa a partir del segundo semestre de este año, una vez que termine la pausa para los llamados aranceles recíprocos. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, confía en que este cambio de fecha será favorable para la integración de Norteamérica. “La revisión del TMEC estimamos que inicie después de los tres meses que el gobierno de Estados Unidos esté concentrado en la renegociación de los aranceles recíprocos, yo creo que en el segundo semestre de este año puede iniciar, eso puede ser conveniente para nosotros”, dijo en una conversación con Juan José Sierra Álvarez, presidente de la Coparmex, este lunes.
La incertidumbre, reconoció el funcionario federal, está perjudicando el ánimo de los inversionistas y el adelanto de la revisión del TMEC ayudaría a atajar el clima de zozobra. “La instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum es la de trabajar en cualquier elemento de incertidumbre que exista en nuestra cancha para reducirlo”, declaró. Al adelantar la evaluación del acuerdo comercial, el Gobierno de Sheinbaum busca quitar presión a una relación bilateral, que desde el pasado 20 de enero, cuando llegó Trump a la Casa Blanca, ha estado dinamitada por los constantes amagos de nuevos aranceles.
En este momento, las importaciones mexicanas fuera del TMEC y el acero y el aluminio pagan una tarifa del 25% para entrar al mercado estadounidense. Además, los vehículos fabricados en México que cumplen con las reglas de origen del TMEC están libres de arancel para exportar hacia Estados Unidos, pero aquellos que no cumplen con lo establecido en el tratado están sujetos a una parte del arancel de 25%, en la proporción de componentes que no son de Norteamérica.
La revisión del acuerdo comercial está agendada para julio de 2026, sin embargo, los constantes amagos arancelarios de Trump y la evaluación interna que ha pedido Trump sobre el acuerdo han orillado, de facto, al Gobierno mexicano a ponerse a trabajar ya en su propio plan para salvaguardar el TMEC. Desde el primer día de su mandato, Trump, puso en el centro de su agenda la revisión del importante acuerdo comercial al cuestionar los réditos que le ha dejado a su mercado a más de 30 años de vigencia.
El TMEC entre Canadá, Estados Unidos y México entró en vigor en 2020, reemplazando al TLCAN que se firmó en 1994. Bajo el amparo del TMEC, México ha florecido como el principal importador de Estados Unidos, con envíos anuales por más de 505.000 millones de dólares. EE UU, por otra parte, envía al territorio mexicano unos 334.000 millones de dólares por año. Trump conoce de sobra este saldo deficitario, uno de sus principales argumentos para cuestionar la existencia del acuerdo. El republicano afirmó recientemente que la negociación del acuerdo será “para ajustarlo o terminarlo”.
En paralelo a la evaluación del TMEC, el Gobierno mexicano buscará apuntalar el Plan México, la estrategia sexenal de inversión. De acuerdo con las cifras del Ejecutivo, se han identificado más de un millar de proyectos potenciales de inversión en el territorio mexicano, valuados en unos 277.000 millones de dólares. El secretario de Economía agregó que México debe concentrarse en atraer inversiones que tendrán que salir de China para corregir el déficit comercial que hay en Estados Unidos, como la exportación de productos farmacéuticos y semiconductores. “Dentro de ese sistema nuevo por definir en su mayor parte, lo que tenemos que hacer es que México tenga las mayores ventajas frente a otras naciones con las que competimos”, concluyó Ebrard.
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