El rapero Kanye West, conocido como Ye, se refugia en Mallorca de la polémica que envuelve su vida. El músico estadounidense, de 47 años, exmarido de la empresaria Kim Kardashian —con quien tiene cuatro hijos—, lleva al menos un mes residiendo en la isla balear. Un lugar que no ha dudado en halagar durante la última entrevista que ha concedido, en concreto al programa Uncensored, conducido por el célebre periodista británico Piers Morgan y emitido en YouTube. El pasado martes 6 de mayo, West se conectó desde un lugar indeterminado de Mallorca que, a juzgar por el paisaje que se veía de fondo, está ubicado en el municipio de Andratx, al sur de la isla. El conductor preguntó a al artista sobre cuál es la situación de su vida actualmente, si se encuentra bien, a lo que West respondió alardeando: “Quiero decir… ¿Has visto estas vistas?”.

Acompañado por un amigo youtuber, con el que podría estar preparando nuevos temas musicales, según comentan sus seguidores en redes sociales, y con una sudadera oscura con capucha, el artista se mantuvo con actitud irónica, en silencio, hasta que Morgan insistió y el rapero le volvió a decir que juzgase las vistas para responder a esa pregunta. “Juzga las vistas” insistió, mientras el presentador le replicaba que conoce Mallorca “perfectamente”. La entrevista avanzaba y el tono entre ambos se iba elevando, con una tensión creciente que finalizó cuando West se levantó y dejó a Morgan con la palabra en la boca tras acusarle de no haber escuchado su música, entre otras cosas. El conductor decidió seguir la entrevista, que por entonces llevaba apenas tres minutos, con el amigo youtuber sin que West volviera a reincorporarse al encuentro.

“Así que hoy entrevisté a Kanye West nuevamente. Como esperaba, dado lo que he dicho sobre él recientemente, no duró mucho ni salió bien. Este era él justo antes de irse como un bebé grande”, publicó el presentador en sus redes. En otros mensajes en su cuenta de X, compartía también el vídeo del momento exacto en el que el rapero daba por finalizada la conversación.

Esta es solo una de las últimas excentricidades que Ye ha protagonizado recientemente, marcadas por polémicos comentarios antisemitas y racistas y la difusión de simbología nazi a través de sus redes sociales. Comentarios y actitudes que le han llevado a ser repudiado por la industria musical. La última y más sonada controversia llegó tras aparecer en la gala de los premios Grammy con su mujer, la arquitecta Bianca Censori, de 30 años, que desfiló prácticamente desnuda por la alfombra roja de la ceremonia de premios —algo que muchos medios achacaron a la importante influencia que él ejerce sobre ella en temas estilísticos—. Las continuas salidas de tono parece que le han dado tregua durante su estancia en la isla, a la que llegó hace ahora más de un mes con total discreción y sin ser reconocido en un principio.

La primera fotografía de West en Mallorca fue publicada el pasado 20 de abril y en ella se le podía ver acompañado de Censori en una calle de la zona de Cala D’Or, en el municipio de Santanyí, entrando a cenar en un restaurante indio. Censori vestía completamente de negro, con unos tacones de vértigo y el pelo recogido, mientras West, también de negro, se tapaba la cabeza con la capucha de la sudadera. Es la primera foto de la pareja después de las informaciones de medios como el británico Daily Mail o el estadounidense Page Six, que el pasado mes de febrero dieron por hecha la separación del matrimonio citando a fuentes cercanas a ellos y achacándolo a un gran hastío por parte de Censori. Una información también ratificada por TMZ, que apuntó que ambas partes estaban en contacto con sus respectivos abogados con vistas a un divorcio. Que por lo visto ahora parece que no ha llegado, al menos de momento.

El periódico alemán Bild desveló que la pareja había aterrizado en un avión privado y se encontraba alojada en un exclusivo centro de recuperación y bienestar de la isla para clientes millonarios. El centro está especializado en problemas de salud mental, adicciones y trastornos alimentarios, y los tratamientos se pueden completar en tres villas diferentes ubicadas en la isla, para la cual ofrecen no solo un terapeuta las 24 horas del día, sino también un chef privado. También ofrecen la posibilidad de seguir el tratamiento intensivo a bordo de un yate de lujo que navega por las Baleares. Según el diario, el coste semanal del tratamiento es de 150.000 euros.

La pareja volvió a ser vista pocos días después por la calle en el centro de Palma, donde, según publicó el diario local Última Hora, pidieron al propietario de una tienda erótica que cerrase la persiana para garantizar privacidad a la hora de comprar. El vehículo de la pareja, conducido por varios miembros de su equipo de seguridad, provocó un gran atasco en la calle al permanecer mal estacionado para esperar la salida de West y Censori del establecimiento, y generó malestar entre vecinos y conductores. Por el momento, el matrimonio no ha realizado nuevas apariciones públicas.



Source link