Una vez que Autosport.com adelantó la noticia, la jornada del miércoles fue para Carlos Sainz un sinfín de llamadas en las que confirmaba estar planteándose muy seriamente presentarse a las próximas elecciones a la presidencia de la Federación Internacional del Automóvil (FIA). La votación, que se celebrará en Tashkent (Uzbekistan) el 12 de diciembre, se presentaba como un mero trámite para Mohammed Ben Sulayem, el actual mandamás de la organización que legisla la mayoría de competiciones automovilísticas de relevancia, que a su vez se incorporó al cargo en 2021 en sustitución de Jean Todt, que había ocupado esa silla durante 12 años. Desde que se puso al frente de la FIA, el ejecutivo de Dubái se ha visto inmerso en distintas polémicas que han llegado a hacerse visibles en varias ceremonias, sobre todo en las relacionadas con la Fórmula 1. Además, al árabe le persiguen mensajes promulgados hace tiempo con claros tintes misóginos.

En declaraciones a Autosport.com, Sainz explicó las razones que le llevan a pensar que ahora es el momento indicado para dar el paso adelante, y que de hecho ya está sondeando posibles alianzas con pesos pesados dentro del ámbito del motorsport. “Ahora es el momento adecuado para ello”, declara el madrileño, que sigue siendo el único español que ha sido capaz de coronarse campeón del mundo de rallies, y que, además, lo hizo por partida doble (1990 y 1992). “Hay muchas razones [para presentarme]. Pero, básicamente, la principal se basa en que llevo más de 40 años como piloto y este deporte me lo ha dado todo”, añadía. “Esta posibilidad [la de ser presidente] me ronda la cabeza desde hace tiempo, aunque hasta ahora no era una cosa muy seria. Sin embargo, ahora puede ser el momento adecuado para dar el paso. Confío en que puedo hacer un buen trabajo y formar un excelente equipo para devolverle al deporte parte de lo que me ha dado”, argumenta el corredor.

Tras su paso por los tramos cerrados, Sainz debutó en el Dakar en la edición del raid de 2006 y lo ganó por primera vez en 2010, con Volkswagen, para repetir en 2018 (Peugeot) y Mini (2020). En la edición del año pasado lo volvió a conseguir, esta vez con Audi, hazaña que le convirtió en el único en haberlo logrado con cuatro marcas distintas.

Además de su trayectoria individual como deportista, Sainz es también el padre de Carlos, actual piloto da la escudería Williams que compite en el Mundial de Fórmula 1. Para ‘Carletes’, como se conocía al chaval tiempo atrás, la figura paterna ha sido muy relevante porque le ha servido de brújula y foco, y le ha guiado en cada paso que ha dado, desde el karting hasta la F1 y también a través de ella. Precisamente por eso, la sombra de un conflicto de intereses le puede venir a la mente a cualquiera, aunque el presunto candidato a la FIA lo descarta con total rotundidad. “Mi historial me precede, y la gente me conoce lo suficiente como para entender que eso no será un problema. Obviamente tendrá que renunciar a mi papel [de agente] con Carlos, pero eso no será un problema en absoluto”, subraya el multicampeón, que también lo fue de España en squash, antes de pasarse a los coches. “Carlos ya no es un niño; lleva una década en la F1 y ambos sabemos que, si sigo adelante con este proyecto, nuestra relación cambiará”, remacha Sainz.



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