El cónclave que elegirá nuevo Papa tras la muerte de Francisco ha comenzado este miércoles. A las 16.00 los cardenales, ataviados con sus hábitos rojos y blancos, se han dado cita en la capilla Paulina y desde ahí han procesionado entonando las letanías y el canto Vieni Creator hasta la capilla Sixtina.
Los 133 cardenales que participarán en la votación han comenzado después a prestar juramento uno a uno con la mano sobre el Evangelio. El juramento del silencio es obligatorio bajo pena de excomunión.
Del juramento del silencio al “fuera todos”
Después, tal y como se detalla en la narración en directo del cónclave con todas las claves, el maestro ceremoniero de la Santa Sede, Diego Ravelli, expulsa de la capilla a todo el personal ajeno al grupo de cardenales. Lo hace con la fórmula en latín Extra omnes (Fuera todos). Cierra las puertas y fuera tocará esperar noticias en forma de humo.
Está previsto que se celebre una catequesis para inspirar a los votantes, dirigida por el cardenal Raniero Cantalamessa (quien no tiene derecho a voto). Al terminar, saldrá de la capilla junto al arzobispo Ravelli para que empiece la votación.
La hora de la primera fumata blanca del cónclave
La primera fumata se espera esta tarde a partir de las 19.00. Si es de color negro, no ha habido acuerdo; si es blanco, hay nuevo papa.
La mayoría exigida para nombrar nuevo Papa es de dos tercios, “que se redondea hacia arriba si la división sale con decimales”, tal y como explica en esta guía del cónclave el corresponsal de EL PAÍS en Roma, Íñigo Domínguez. A partir del segundo día, hay cuatro votaciones a lo largo de la jornada: si en la primera votación de la mañana nadie tiene la mayoría necesaria, no se hace ninguna fumata. Tiene lugar a continuación un segundo escrutinio y sobre el mediodía se hace una fumata.
La fórmula se repite con las dos votaciones de la tarde. Las fumatas vespertinas tendrán lugar hacia las siete.
Esta rutina se rompe si en la primera votación de la mañana o de la tarde alguien sale elegido. Entonces hay una fumata blanca antes del horario previsto, en torno a las 10.30, por la mañana, o hacia las 17.30, por la tarde. De ahí que una fumata no cercana al mediodía o a las 19 sea pista de que el nuevo Papa ha sido elegido.
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