El Barcelona descansó el fin de semana. No jugó la Liga ACB y, por una vez, llegará sin carga competitiva reciente al quinto partido de la serie contra el Mónaco (Salle Gaston Medecin, 19.00, Movistar). Es una final antes de las finales de Dubai. Del pabellón monegasco dedicado a un atleta que participó en los Juegos Olímpicos de París 1924 y Ámsterdam 1928, en los que no pasó del 17º puesto en pentathlon, saldrá uno de los finalistas que contenderán en los Emiratos Árabes junto a Fenerbahçe y Olympiacos, que pasaron a la primera, y el vencedor del último duelo entre el Panathinaikos y el Anadolu Efes, dos equipos diseñados para estar en la Final Four.

Después de un comienzo descorazonador en los dos primeros partidos en el Principado, el Barça regresó al Palau con la losa de dos derrotas y un pie al borde del abismo, pero el equipo azulgrana dio la talla en su feudo, igualó la eliminatoria y, aunque con el factor cancha en contra, dispone de la última oportunidad para meterse en la cúpula del baloncesto europeo que, paradójicamente, se desplaza a Asia para la F4. “Es una final para los dos, se iguala todo”, afirmó el técnico azulgrana, Joan Peñarroya. “Ambos equipos hemos sido superiores de locales, ahora hay que romper esa inercia”, reclamó.

El entrenador culé no podrá contar con Metu ni con Juan Núñez, lesionados durante la serie, ni con Nicolás Laprovittola, varias semanas ya fuera de la competición. Además, tendrá que asumir también la tercera ausencia consecutiva de Jan Vesely, con problemas lumbares. No obstante, Peñarroya acude a una visión positiva: “Llegamos bien, con ganas de disputar un partido que todos queríamos jugar a principio de temporada. El equipo está convencido de que tiene todas las opciones si hacemos lo que toca”, señaló. El plan pasa por cambiar lo que se hizo mal en los choques fuera de casa: “Intentaremos hacer un partido diferente a los de Mónaco. Nos ha ido bien no jugar el domingo y, a partir de aquí, sabemos que Mónaco allí fue superior, nos sacó de la pista, nos castigó mucho, pero hemos mejorado algunas situaciones en el tercer y cuarto partido, aunque hay que tener cuidado, ya que en su campo se sienten muy cómodos”.

Sobre el parqué de una cancha que tradicionalmente no aprieta demasiado, porque rara vez se llena, el Barça intentará repetir la hazaña del Real Madrid en 2023, que levantó un 2-0 frente al Partizan, para meterse por décima vez en el formato a cuatro, en el que consiguió vencer dos veces (2003 y 2010). “Todo el equipo sabemos de la importancia, a mí me motiva muchísimo”, apuntó Willy Hernangómez. “Llevas trabajando el año muy duro para estos momentos importantes y el equipo necesita la mejor versión de todos. Es muy importante para mí, el año pasado el quinto se nos escapó y para mí sería la primera Final Four”. Para el pívot azulgrana se trata, incluso, de descubrir nuevos escenarios: “Nunca he estado en Abu Dabi, sería una buena ocasión para ir”, bromeó. “Hay que seguir dando pasos hacia adelante. Esperamos un partido durísimo, físico, pero haciendo nuestro trabajo tendremos opciones”, indicó.

Vasilis Spanoulis, el entrenador del Mónaco, no se marchó satisfecho del último duelo en Barcelona. “En estas series tenemos que estar más relajados, porque con un 21% de acierto en triples cuando la mayoría de los tiros eran buenos, o 19 pérdidas, no puedes ganar”, lamentó. Su intención es hacerse fuerte en su cancha, la misma que la de Peñarroya. “Estamos satisfechos porque el equipo ha tenido muchos momentos para caer y no lo ha hecho. Esta resiliencia nos permite jugar partidos como este. El equipo está con ganas de luchar, persuadido de que puede vencer a cualquiera”, cerró el técnico culé.



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