El periodista Jorge Ramos (Ciudad de México, 67 años) ha denunciado este lunes en Barcelona el “enorme temor” que las políticas de Donald Trump han desatado en ciertos sectores de Estados Unidos. Ramos, que durante casi cuatro décadas condujo el informativo más importante de ese país para el público latino, ha asegurado que Trump “es una verdadera amenaza para la democracia” y ha lamentado que una parte de la sociedad norteamericana “lo que ha hecho es esconderse y callar”.

En un acto con suscriptores de EL PAÍS con motivo de la entrega de los Premios Ortega y Gasset ―Ramos ha sido galardonado con el reconocimiento a la trayectoria profesional―, el periodista ha criticado el papel de los medios de comunicación en Estados Unidos. La autocrítica que asumieron tras la primera victoria de Trump, en 2016, no ha servido de gran cosa. “La prensa americana no ha aprendido absolutamente nada”. El miedo de una parte de la población, especialmente de la de origen latino, es comprensible, pero no tanto, ha criticado Ramos, el de los medios. “Hay periodistas y medios que han sucumbido, que no quieren ni pueden enfrentarse a Donald Trump”, ha dicho a preguntas de la directora de EL PAÍS, Pepa Bueno, en una conversación cordial.

Bueno y Ramos han recordado sus experiencias como entrevistadores de personalidades y líderes políticos. El periodista mexicano ha explicado que, ante una de esas entrevistas, la actitud debe ser beligerante. Y ha recordado una que mantuvo con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que confiaba en que fuera positiva para sus intereses. “Nadie nos da una entrevista si cree que le va a ir mal”, ha bromeado. La primera pregunta a Maduro fue si había que considerarle un dictador. La cosa no acabó demasiado bien: Ramos acabó deportado y vetado en Venezuela, del mismo modo que está en la diana de Trump. “Unos dicen que soy comunista y otros de la CIA. El odio es generalizado”, ha bromeado.

Con una carrera intachable, Ramos ha defendido la “objetividad” del periodismo, pero no la “neutralidad” de la profesión en algunas áreas determinadas, como ante el racismo, la discriminación, la corrupción, las dictaduras o la destrucción del medio ambiente.

La comida como forma de resistencia

Antes, en el acto celebrado en la sala Toresky de Barcelona, han conversado también Mikel López Iturriaga, responsable de El Comidista, y Mikel Ayestaran, premio Ortega y Gasset a la mejor cobertura multimedia por su Menú de Gaza: el periodista, que lleva 20 años cubriendo conflictos en Oriente Medio, ha explicado la realidad de la franja a través de las fotografías publicadas en Instagram de las comidas diarias de una familia gazatí. Ante la falta de alimentos y la situación de bloqueo de Gaza, la familia se ha organizado para conseguir comida: el padre acude al mercado, los hijos buscan leña y agua y la madre cocina platos sin demasiados ingredientes. “Muchas veces ha sido una serie monótona, solo había arroz y al día siguiente arroz con arroz. Y comen juntos porque, si hay un bombardeo y les toca, quieren morir juntos. La comida es también una forma de resistencia y de memoria”, ha contado Ayestaran.

El galardonado Mikel Ayestaran y el periodista Mikel López Iturriaga conversan durante el encuentro.

Otros dos premiados, el fotógrafo de EL PAÍS Óscar Corral (premio a la mejor fotografía por una imagen de reconstrucción tras la dana en Alfafar) e Isabel Coello (premio a la mejor historia por un pódcast sobre mujeres maltratas) han charlado sobre su oficio ante los suscriptores del diario.

En la charla, moderada por la periodista de EL PAÍS Rebeca Carranco, Coello ha afirmado que su intención al “acompañar a las mujeres en su proceso de recuperación” era contar una historia, en profundidad, “de una forma que yo al menos no había escuchado”. Corral, por su parte, ha asegurado que llegó a la foto premiada (que muestra a personal de emergencias levantando una señal de tráfico, símbolo de la reconstrucción tras la dana) después de dos semanas de cobertura, ante la necesidad de buscar imágenes nuevas y huir de las que fueran “demasiado lacrimógenas”.



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