Los Nuggets muestran su poderío. Denver ha eliminado con contundencia a Los Angeles Clippers en siete juegos (101-120). El final de la serie ha sido muy diferente al toma y daca que habían protagonizado en los seis anteriores partidos los sembrados en la cuarta y quinta posición del Oeste. Este sábado solo hubo un equipo en la cancha, los Nuggets. Nikola Jokić y sus compañeros no podrán festejar demasiado el haber descontado a los Clippers de Kawhi Leonard y James Harden. El lunes por la noche estarán encarando una dura prueba en Oklahoma City, donde el Thunder, el indiscutible líder de la conferencia durante la temporada, los espera con un Shai Gilgeous-Alexander muy reposado.
Denver comienza a parecerse al equipo que ganó el título hace dos años. Ha dejado de depender principalmente de las noches inspiradas de Jokić y Jamal Murray. Este sábado rozaron el 40% en los triples con once convertidos, tres de Michael Porter Jr. y de Christian Braun. Aaron Gordon fue el máximo anotador del equipo con 22 puntos. Incluso Russell Westbrook, cuya aportación a Nuggets se ha enfocado a la defensiva, tuvo una gran noche con 16 puntos, los mismos que el serbio y el canadiense.
Los Clippers jugaron con gran potencia en el arranque del juego, llevándose el primer cuarto. Ante la posibilidad de ser eliminados en casa, Denver modificó el guion y se fue al descanso ganando por once gracias a Braun, quien se consolida en su tercer año, y Russell Westbrook. Estos fueron los principales anotadores de los Nuggets durante el arranque.
Leonard metió un triple a los pocos segundos del comienzo del tercer periodo, pero la canasta fue solo un espejismo para los Clippers, quienes se convirtieron en testigos de primera de un juego de exhibición. Todo le salió a los Nuggets: un alley-oop de Braun a Gordon rematado por la espalda; triples de Michael Porter Jr.; rebotes ofensivos atrapados por Westbrook. Denver mostró su variado catálogo ofensivo en una racha parcial de 18-0. Para el fin del cuarto, solo dos de los ocho jugadores de los Nuggets no tenían puntos de dos dígitos.
Los Ángeles parecía derrotado con varios minutos por delante. Leonard falló tiros libres, triples entraban y salían del aro, y cedieron puntos en cuatro balones perdidos. Harden no sumó en la segunda mitad un solo punto a sus siete encestados (el jueves anotó 28 puntos en el triunfo en casa). La fatiga comenzaba a notarse entre los pilares de la franquicia, que terminó en la quinta posición del Oeste.
Los Clippers jugaban su primer juego siete desde 2021. Entonces vencieron a Dallas de locales y avanzaron a la final de conferencia frente a los Phoenix Suns, la única que han disputado en la historia de la franquicia. Steve Ballmer, el dueño del equipo, pensó que sus jugadores podían repetir la hazaña. Voló a 120 aficionados angelinos a Denver para que estos apoyaran a los Clippers. En lugar de presenciar una victoria histórica, estos vieron como el entrenador, Tyronn Lue, tiró la toalla y sentó a sus titulares en los primeros minutos del último cuarto. Denver iba ganando por 35 puntos.
Los suplentes de los Clippers salieron a la cancha a salvar la honra. El serbio Bogdan Bogdanovic tuvo un gran cierre con seis puntos y un triple encestado. Kobe Brown, quien no había jugado un solo minuto, saltó a la cancha en el cuarto periodo e hizo honor a su primer nombre. Anotó 13 puntos con seis de siete tiros convertidos en ocho minutos. Ya era demasiado tarde: la temporada había llegado a su fin.
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