El líder necesitó remontar también un gol en campo del colista para cantar victoria en una cita crucial para la suerte de la Liga. El Barça ya se ha acostumbrado a dar la vuelta al marcador en diferentes encuentros desde la llegada de Flick. El 1-2 de Zorrilla no tuvo, en cualquier caso, mucho mérito porque el Valladolid no gana desde diciembre y ya es equipo de Segunda División. La angustia azulgrana duró prácticamente una hora después de tirar medio partido con una estéril alineación condicionada por los próximos partidos contra el Inter y el Madrid. A favor de marcador, los azulgrana tampoco supieron serenar su juego ni rematar la contienda y se entregaron a un final incierto y tenso solventado por la fiereza de Araujo. El pitido final fue liberador para los barcelonistas, que aumentan a siete los puntos de ventaja sobre el Real Madrid a la espera de su partido contra el Celta. La importancia del clásico del domingo dependerá del resultado del Bernabéu cuando faltan cuatro jornadas para el final de la Liga.

1


André Ferreira, Anuar Tuhami (Amath Ndiaye, min. 63), Cenk Özkacar, Adam Aznou, Antonio Candela, Eray Cömert, Stanko Juric (Mario Martín, min. 84), Selim Amallah (Chuki, min. 71), Iván Sánchez (Florian Grillitsch, min. 71), Raúl Moro y Mamadou Sylla (Juanmi Latasa, min. 63)

2


Marc-André ter Stegen, Héctor Fort, Gerard Martín, Andreas Christensen, Ronald Araujo, Gavi (Eric García, min. 78), Fermín López, Dani Rodríguez (Lamine Yamal, min. 37), Ansu Fati (Raphinha, min. 45), Pedri (Frenkie de Jong, min. 45) y Pau Víctor (Dani Olmo, min. 61)

Goles
1-0 min. 5: Iván Sánchez. 1-1 min. 53: Raphinha. 1-2 min. 59: Fermín López

Arbitro Alejandro Muñiz Ruiz

Tarjetas amarillas
Mamadou (min. 7), Anuar (min. 36), A. Christensen (min. 65), Ronald Araújo (min. 82), Mario Martín (min. 89)

No se sabía muy bien cómo jugaría el Barça en Zorrilla. El portero estaba inédito desde el 22 de septiembre, cuando se lesionó en la cancha del Villarreal: Ter Stegen. Uno de los centrales se estrenaba como titular esta temporada: Christensen. Y en la delantera debutaba el extremo zurdo del filial: Dani Rodríguez. A veces, sin embargo, para que el equipo funcione alcanza con un solo titular, sobre todo si se trata de Pedri, el único jugador que no tiene sustituto, indesmayable después de descansar solo dos partidos, referencial para que fluya el fútbol del Barcelona. La seguridad que genera el juego del tinerfeño no bastó ante las limitaciones de la delantera y a la accidentada jugada del gol del Valladolid.

Ter Stegen respondió con un salto muy raro a un tiro de Javi Sánchez que rebotó en Araujo y el Valladolid se encontró con el 1-0 después de forzar dos saques de esquina ante la sorpresa de Zorrilla. Los azulgrana no acababan ninguna jugada, demasiado pendientes del regate de Dani Rodríguez. Los muchachos de Álvaro Rubio, en cambio, defendían por acumulación, sin conceder espacios, y aguardaban a contragolpear con el afilado Raúl Moro. La hinchada, mientras, cantaba “Ronaldo vete ya”, dolida con el propietario del club y exjugador del Madrid y Barça. Los barcelonistas no daban ritmo al partido, la pelota iba de pie a pie y en media hora solo se contaba un cabezazo frontal de Pau Víctor.

Ninguno de los delanteros suplentes era capaz de generar peligro ni de profundizar ante la pared dispuesta por el Valladolid. Ansu dimitió después de un chut que rechazó Ferreira. El infortunio de Dani Rodríguez, que no para de encadenar lesiones, provocó antes de tiempo la entrada a la cancha de Lamine Yamal. Al Barça le faltaba calidad e ingenio y también rebeldía para plasmar su dominio y acoso ante el área del Valladolid después del mal partido de sus atacantes y en especial de Ansu Fati, sustituido al descanso por Raphinha. Flick también cambió a Pedri por De Jong en una decisión supuestamente prevista ante los retos de la próxima semana en Milán —el martes— y Montjuïc.

Hasta Araujo se sumó al ataque y de su empuje salió el 1-1. El uruguayo acudió al centro de Lamine, rechazó el portero y el balón quedó suelto para el gatillo de Raphinha. El segundo gol no tardó en llegar después de una muy buena acción colectiva que acabó con el centro de Gerard Martín y el disparo del llegador Fermín. Los azulgrana ni siquiera ganaron tranquilidad y control con el 1-2. La contienda se focalizó por momentos en Héctor Fort, excelente en un remate cruzado que dio en el palo y, por el contrario, demasiado condescendiente con Raúl Moro, el puñal del Valladolid. Ter Stegen se tuvo que emplear a fondo frente a Latasa antes de que una acción de Lamine bordeara la línea de meta ante el vencido Ferreira.

No hubo más disparos ni rebotes ni tampoco goles en Zorrilla. Flick midió mucho los cambios después de arriesgar con una formación inicial que para nada evidenció que entre el Barça y el Valladolid había 60 puntos de diferencia en la tabla de la Liga. Una vez salvado el resultado y contabilizados los tres puntos, no se puso reparos al fútbol del Barça. Los cambios, y muy especialmente la entrada de Raphinha, certificaron el liderato del Barça a la espera del Madrid.



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